El resultado del Ontinyent-Nàstic fue de 1-1. Foto: Nàstic |
De primeras, la intención del club tarraconense era no responder a esta insinuación, pero tras ver la rueda de prensa del Clarkson, rápidamente emitieron un comunicado de prensa donde reclamaban a la justicia que el escocés un millón de euros por daños a la honorabilidad y a la imagen de la entidad grana. Este comunicado fue contestado el día después por parte del club de la Vall de l’Albaida con otra nota de prensa en la que reiteraba su apoyo al míster por la valentía, a la vez que dejó claro que el club se lamentaba porque el Nàstic se sintiera aludido, pues matiza que en ningún momento de la rueda de prensa apareció la palabra “Nàstic”. Por último, finalizaron la nota expresando su deseo de que este asunto no acabase con las buenas relaciones que hay, o había, entre ambos clubs.
Las pruebas son claras. Foto: Tac12 |
Este deseo parece haberse esfumado cuando llega el nuevo capítulo de esta batalla entre blanquinegros y granas. Dos días después del partido, el club valenciano ha emitido un comunicado en el que asegura que va a denunciar el incumplimiento de sanción de Salamero y Jesús Mari Serrano, que vieron el partido muy cerca del banquillo grana, con la intención de transmitir sus órdenes a Adolfo Baines (imagen de la noticia). De esta manera, el Ontinyent CF se acoge al código disciplinario de la RFEF, dejando claro que los técnicos granas incumplieron el artículo 64, que no permite dar instrucciones al equipo estando sancionados, pese a que es algo que prácticamente todos los equipos hacen.
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